Es el momento de la economía social y cooperativa

Hablaré de economía social y cooperativa, en lugar de economía social y solidaria, pues me parece un término mucho más amplio al considerar también las empresas sociales con ánimo de lucro. Lo que, por un lado, facilita que pueda ser atractiva y aprovechada por muchos más sectores y personas y, por otro, al mismo tiempo impulsa los valores inherentes al cooperativismo: compromiso social, participación, equidad, libertad, control democrático, respeto por el entorno, independencia,…. Me parece un concepto mucho más aceptable para mucha más gente y por tanto más útil como instrumento de mejora social..

Tampoco quiero hablar sólo de economía social, pues, en ella se incluyen formalmente organizaciones que no comparten absolutamente ninguno de los valores que antes he mencionado.

La gran virtud de la economía social y cooperativa (ESC) es su libertad e independencia, que las cooperativas tienen entre sus principios, y creo que por ello posee una gran capacidad de atracción y influencia social. Considero un error estratégico encerrarse sobre sí misma promoviendo mercados cerrados y modelos que responden en el fondo a un planteamiento político romántico y reduccionista.

Al contrario, hoy es más oportuno que nunca desbordar los límites de la ESC, facilitando el acercamiento a aquellos sectores en los que ésta puede ofrecer soluciones a las necesidades de personas y colectivos que no encuentran alternativas realistas o están desilusionados con las soluciones de la economía convencional.

Hay que  difundir y ampliar la economía social y cooperativa proyectando su influencia en muchos campos en los que sus propuestas resultan atractivas y apropiadas.

El momento es ideal porque se combinan una serie de factores. La sociedad está más interesada y receptora que nunca en iniciativas que incorporen valores como la participación, la transparencia, la equidad y el bien común, como lo demuestra el auge de los movimientos sociales y las nuevas directrices de impulso de la economía social desde las administraciones de ciudades como Barcelona, Santa Coloma y Badalona, pero también Madrid, Cádiz y València, no es un fenómeno barcelonés. Los valores de la economía social y cooperativa son hoy más que nunca los valores de nuestra sociedad.

Y al mismo tiempo, vivimos desde hace un tiempo  una situación de exceso de liquidez y bajos tipos de interés. Esta situación tiene en algún sector una derivada nefasta, como la presión al alza del coste del alquiler y la vivienda en Barcelona por ser refugio de grandes fondos de inversión y el efecto llamada que provocan. Pero también está facilitando que la mirada de los inversores se amplíe a sectores hasta ahora fuera de su interés y que sus expectativas de retorno de la inversión se moderen. Hoy hay más inversores sociales que nunca dispuestos a invertir con nuevos instrumentos en las empresas sociales.

Si tradicionalmente en nuestro país la  financiación se ha realizado via bancaria, de forma casi exclusiva, cada vez hay más empresas que incorporan financiación no bancaria en sus inversiones. No es un problema de financiación, dinero hay, en los bancos y fuera de ellos. No hay más que observar el crecimiento y especialización de las plataformas de crowfunding, pero también la normalización de otros instrumentos como el préstamo participativo y la emisión de obligaciones cada vez más utilizados.

Quiero resaltar aquí, como un elemento importante, la puesta en marcha de FIARE BANCA ETICA, la banca ética y cooperativa por excelencia, que por fin opera con absoluta normalidad, ofreciendo a las empresas sociales toda la cartera de servicios que estas necesitan para desarrollar su actividad.

Pero, cómo podemos aprovechar la oportunidad para impulsar la economía social y cooperativa. Desde mi experiencia en el cooperativismo me permito apuntar algunas ideas, siempre pensando que la oportunidad y la responsabilidad ahora es ensanchar el ámbito de influencia.

  • En la universidad: creando espacios abiertos para el aprendizaje compartido, dando instrumentos para el conocimiento y desarrollo del emprendimiento colectivo. Impulsar estudios y análisis de experiencias de gestión comunitaria del bien común que puedan inspirar. Las empresas basadas en el conocimiento tienen características que, a priori, las hacen ideales para crear una cooperativa (baja inversión inicial, equidad, igualdad laboral), en cambio hace tiempo que se ha instalado el modelo de creación de empresa con el sólo objetivo de poderla vender en 3-4 años al mayor precio posible. Es un modelo perverso y especulador contra el que desde los estamentos adecuados debería promoverse otro basado en la estabilidad empresarial, la satisfacción de necesidades reales de la gente y la participación.
  • Desde el fomento institucional (federaciones, administración): normalizando la fórmula cooperativa como una alternativa apropiada para cualquier actividad, facilitando espacios i mecanismos de garantías, impulsando el concepto del liderazgo distribuido. Promoviendo experiencias referentes (vivienda social, vivienda intergeneracional, …), participando junto a los municipios en programas de cooperativización de las esferas social y económica.
  • Reivindicando las cooperativas de trabajo con ánimo de lucro, todas las empresas deben tener beneficios para poder realizar su objeto social de forma duradera. El reparto de los beneficios entre las socios trabajadores, después de dotar los fondos legales, es un instrumento ideal de democratización económica.
  • Para aquellos municipios en los que la participación es una seña de identidad podría impulsarse algún programa que facilitase la mejora del primer y más básico marco de participación como son las comunidades de vecinos, desgraciadamente un espacio en el que en las más de las ocasiones se genera frustración y absentismo.
  • Desde la FP: para los jóvenes: formación, experiencias, acompañamiento. Estableciendo convenios con las pimes del barrio, facilitando las prácticas empresariales y la primera experiencia laboral.
  • Desde las organizaciones empresariales: Impulsando programas de colectivización de la sucesión de la empresa familiar. Facilitando la presencia de los trabajadores en los consejos de administración, no desde una perspectiva sindical sino claramente empresarial, no se trata de defender los derechos de los trabajadores sino de defender la empresa porque los intereses de trabajadores y propiedad son los mismos, generar trabajo y riqueza a través de la realización de su objeto social, si no hay beneficio no habrá empresa, si no hay trabajadores tampoco, hay que reconocer que los tiempos en que el capital era el paradigma han cambiado, ahora somos las personas.
  • Las cooperativas de servicios en el pequeño comercio y de profesionales autónomos, son también buenas propuestas para facilitar la defensa ante los grandes, en un caso, y la mejora de los costes, en otro. El impulso de modelos en los que se promueva la participación y la equidad puede facilitar la estabilidad de estas iniciativas, que en otros países no son siquiera consideradas como economía social (caso de Francia).
  • Promoviendo la creación de instrumentos para la capitalización de las cooperativas y la construcción de equipamientos productivos.

“UNRISD reconoce la necesidad de integrar preocupación social, economía y medioambiente (leit motiv de la economía social i cooperativa) cuando se trata de la alimentación, la salud, la vivienda, el trabajo, la mujer, el desarrollo industrial” (Marguerite Mendell , Universitat de Concòrdia, Montreal ·Economia social: Evidència i motor de cambio del paradigma econòmico, URL, 15/10/15). Se constata el fracaso del paradigma que separa los problemas económicos y sociales.

“¿Qué capacidad tiene la economía social y cooperativa para responder a las necesidades y aspiraciones de los ciudadanos y de diseñar instrumentos  de desarrollo para cumplir con estos objetivos? (Margarite Mendell)”

La capacidad aumenta en las regiones donde es más que la suma de sus empresas, organizaciones y asociaciones, en la que se da un enfoque sistémico, en una constelación de redes, movimientos sociales, intermediarios locales y regionales, que trabajan juntos para crear instrumentos de desarrollo en las finanzas, el apoyo a las empresas, la formación, la investigación y la construcción de políticas públicas.

Els inversors són els nous explotadors del segle XXI?

Avui vull reflexionar sobre un tema que encara és d’actualitat.

D’una banda, hem vist recentment com a els tribunals dictaven sentències contràries a l’inicial disseny de les relacions laborals a GLOVO i a DELIVEROO, en el sentit de declarar els treballadors com a falsos autònoms.

Sorprèn veure com empreses en les que la clau de l’èxit recau, en gran part, sobre el servei que donen els seus treballadors, basin el seu model de negoci en l’explotació d’aquests, aprofitant la reforma laboral del PP i sense gaires escrúpols. Amb unes relacions laborals encara pitjor que la dels repartidors de pizzas. Erigint-se com a símbols de la precarització laboral que ens envaeix.

Alguns pensen, equivocadament, que aquesta precarització és consubstancial a la nova economia digital i especialment a l’economia de plataformes. Però darrere hi ha decisions empresarials conscients que sacrifiquen els drets laboral de les persones a canvi de plusvàlua. I aquesta decisió no te res d’innovació ni de moderna, és el mateix capitalisme que fa 100 anys.

D’altra banda, he vist molts emprenedors il·lusionats amb la seva start-up treballar nit i dia per a poder incorporar inversors que li donin l’aire suficient (en forma de capital) per a seguir construint el seu somni. Ocorre que la majoria de les vegades la incorporació dels inversors canvia radicalment la forma de fer les coses. Llavors l’esforç ja no es fa per satisfer les necessitats dels clients sinó per l’inversor.

Amb l’entrada dels inversors el focus es posa en les vendes (en alguns casos la xifra d’usuaris és suficient), l’objectiu és fer créixer l’empresa tant ràpid com sigui possible per així poder vendre la seva participació al màxim preu possible. Aquest nou objectiu es trasllada igualment al marge i finalment als salaris.

D’aquesta forma, estem assistint a la substitució de l’antic empresari pel nou inversor mentre es manté en el fons el caràcter explotador del capitalisme salvatge.

Al final sembla una carrera de “todo por la pasta”, per a la majoria d’inversors tot es justifica per tal d’obtenir el millor “yield”. I així segur que no fan un món millor, sinó eixamplen la desigualtat.

Evidentment, no tots els inversors són iguals. També hi ha els inversors socials que tenen sobre tot una mirada de llarg termini i posen les persones, també les treballadores, al centre de l’empresa. Sense renunciar al rendiment financer els interessa més resoldre una demanda social o mediambiental en el llarg termini i de bona manera, que no pas guanyar molt en el menor espai de temps possible. I si, si hi ha inversors socials, però malauradament no marquen tendència encara.

¿EROSKI DEBE DEJAR DE SER UNA COOPERATIVA PARA PAGAR SU DEUDA?

La pregunta lanzada así, a quien no tiene nada que ver ni decir en el asunto, puede parecer una solemne tontería, sin embargo algunos diarios como La Vanguardia en su edición de 21 de abril o El Economista en la suya de 19 de abril, no tienen escrúpulos en titular “La banca presiona a Eroski para que deje de ser cooperativa” o “Eroski dejará de ser cooperativa si no logra financiar su deuda”.si “googuelamos” (investigamos en la red) un poco veremos que hay otro artículo de 18 de abril (El Confidencial), del que probablemente se nutran los otros dos medios, que de forma muy diferente y más responsable titula así: “La banca rechaza refinanciar la deuda de Eroski por las amenazas de Amazon y Mercadona”, que aunque tiene un estilo de matón de barrio (cosas del periodismo mal entendido que nos toca vivir estos días), se ajusta más a la realidad de la empresa cooperativa.La supuesta solución que parece suponer la renuncia a la fórmula cooperativa no lo es ni por asomo o al menos no lo es para los socios trabajadores de Eroski. Según parece el problema grave es la deuda elevada que contrajo tras la compra de Caprabo, una deuda que hoy es mayor que el valor de la cadena de supermercados. ¿Les suena esta situación? La banca te deja un dinero para que compres, pero el mercado está entonces alto, la crisis reduce el valor de lo comprado, de forma que aunque vendas ahora seguirás debiendo a la banca porque te van a dar mucho menos. Algo que les ha pasado a miles de españoles con sus hipotecas y que el legislador español se niega a modificar para no dañar a la banca en perjuicio de los ciudadanos. Pero no nos desviemos, volvamos a Eroski.

Puede que la decisión tomada sobre Caprabo se haya demostrado terriblemente mala para la empresa cooperativa.

Puede que la situación en el sector de las grandes superficies sea difícil por la amenaza del comercio electrónico y muy especialmente por la voracidad demostrada por Amazon.

Puede que la entrada de Mercadona en el País Vasco, que no es precisamente ninguna hermanita de la caridad en cuanto a trato laboral o a proveedores se refiere, esté quitando algunas ventas a algún super de Eroski.

Puede que la empresa cooperativa esté soportando pérdidas en centros fuera del País Vasco.

Puede que no esté generando la caja necesaria para devolver el préstamo a la velocidad que a la banca le gustaría.

Pero todo eso tiene nada que ver con la fórmula cooperativa, de hecho podríamos estar hablando perfectamente de El Corte Inglés, cuyo presidente hace unos días reclamaba la puesta en marcha de un Amazon europeo para hacer frente a la entrada del gigante americano. Y a ninguno de estos medios se le ocurriría titular “La banca exige a El Corte Inglés que deje de ser una empresa familiar”.

La reducción de la deuda y la generación de caja no tienen nada que ver con la fórmula societaria, son soluciones de gestión empresarial que toman las empresas cuando las necesitan, las empresas cooperativas también, por supuesto. Parece que para unos cuantos redactores atacar las cooperativas sume puntos ante sus neoliberales amos.
Al filo del tema Amazon, a las grandes superficies les ha faltado tiempo para reclamar la libertad de horarios, aquí cada uno mira por su negocio y los demás que se j… Cuando en realidad el comercio electrónico obliga a ponerse las pilas a todo el mundo: grandes y pequeños comercios y consumidores también. Puede que comprar fruta y verdura por Amazon Premium sea cool, pero debemos ser conscientes, como consumidores activos con capacidad de intervención, que al hacerlo reducimos los ingresos de los pequeños comerciantes y favorecemos la extorsión de los pequeños distribuidores que nos van a traer la compra a casa (es un sector que se paga en torno a 1 euro por entrega).

Gracias a la fórmula cooperativa Eroski ha mantenido su independencia hasta ahora. Sus 8.000 socios decidieron en asamblea ajustar sus sueldos para que la empresa mejorara sus cuentas. De estos 8.000 más del 80 % son mujeres entorno a los 43 años. El plan que propone la banca, asesorada por grandes auditoras, quiere en el fondo vender activos para reducir deuda, algo que puede tener sentido en muchos casos, y Eroski ha hecho los deberes (amortizó 167 millones en 2017, por ejemplo), pero la banca quiere más porque está asustada y no entiende de personas, y si de ese más va a resultar el despido de muchas trabajadoras es algo que la dirección de la cooperativa no quiere contemplar, la cooperativa se debe a sus personas socias no al capital Y esto es lo que muchos no entienden.

Los problemas de Eroski son problemas de gestión, como los de El Corte Inglés o de Mercadona, nada tienen que ver con la fórmula societaria. Sin duda la competencia de Eroski estaría encantada de poder comprar un trocito o toda la empresa, ya sabemos que para los grandes empresarios el objetivo de tener el monopolio de un sector es su ideal de gestión (Joan Roig de Mercadona controla más del 24% del mercado, por delante de Carrefour), ¿puede que haya intereses ocultos detrás de la posición de la banca? No cabe duda que con las soluciones que propone la banca, si Eroski se transformara en sociedad anónima muchas trabajadoras se irían a la calle. Lo que Eroski necesita s tiempo y buena gestión, lo primero depende de la banca, lo segundo de los socios de la cooperativa.

Las soluciones que propone la banca y sus consultoras ser rigen por la lógica capitalista en la que el poder es del capital y no de las personas trabajadoras, independientemente del capital que hayan aportado, como pasa en las cooperativas. Es verdad que por eso la banca les gustaría que dejase de ser una cooperativa, para hacer y deshacer, buscando sólo satisfacer los intereses de la banca, o mejor dicho de sus accionistas. Quizás alguien debiera recordarles a los accionistas de la banca española que el rescate se realizó con dinero de todas las personas trabajadores de este país y que debieran ser estos los intereses que defiendan en primer lugar, con los miles de millones que pusimos los ciudadanos de este país deberíamos tener el control y los derechos sobre esos bancos.

Desde nuestra posición debemos defender el mantenimiento de los puestos de trabajo y ahora mismo eso pasa por defender la empresa cooperativa Eroski y no socavar la confianza de proveedores y ciudadanos.

LOS FONDOS DE PENSIONES PUEDEN SER UN INSTRUMENTO DE TRANSFORMACIÓN SOCIAL (y 2)

No estamos solos y sabemos cómo hacerlo

Antes hablábamos de los movimientos sociales, como 350.org, que reclaman y promueven que los fondos de pensiones desinviertan en sociedades que posean y exploten reservas de petróleo y gas, como ha hecho recientemente el fondo de pensiones ligado a los trabajadores del ayuntamiento de Nueva York.

También hay que invierten sólo en fondos socialmente responsables, como hace FONDACTION, un fondo de ahorro para la pensión promovido por la Central de Sindicatos Nacionales de Quebec (Canadá), que invierte exclusivamente en pequeñas y medianas empresas con el objetivo de darle un claro sentido al dinero ahorrado por los trabajadores: “que sirva para crear y mantener puestos de trabajo“. FONDACTION está ofreciendo actualmente una rentabilidad de más del 7% a sus accionistas, muy por encima de la mayoría de los fondos de inversión de nuestro país.

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En Francia, gracias a la Ley de Modernización de la Economía de 2008, se crearon los “Fondos solidarios 90-10”, fondos de empresa de ahorros para la jubilación, en los que un mínimo de un 5% y un máximo del 10% del patrimonio ha de estar invertido en entidades no cotizadas de economía solidaria, que es como se conoce en Francia a la economía social, pueden ser empresas sociales, intermediarios financieros para éstas o instituciones de microfinanzas.

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Actualmente existen 61 “Fondos 90-10” que gestionan más de 6.000 millones de euros y han invertido 354 millones en la economía solidaria francesa. Un 42,5% vía capital en sociedades que realizan intermediación financiera para la economía social, es decir invierten en actividades con una potente utilidad social o medioambiental, proponiendo a estos proyectos servicios de acompañamiento que ayudan al buen fin de los mismos. Los sectores de inversión son variados, desde la vivienda social, los equipamientos sociales, la agricultura ecológica, las energías renovables o el comercio justo en países sin recursos.

En nuestro país ya existen, y es importante que vayan conociéndose, iniciativas cómo la apuntada antes, que pueden cumplir con los mayores requerimientos de responsabilidad social y al mismo tiempo con los de seguridad, diversificación y rendimiento que son exigibles a estos fondos. Máxime cuando son fondos que gestionan los ahorros para la jubilación de las personas trabajadoras e idealmente deberían ser invertidos en coherencia con los valores de éstas.

Los representantes de los trabajadores pueden jugar un papel activo en la modernización y actualización de fondos de pensiones de empresa mediante actuaciones de desinversión en combustibles fósiles e inversión en empresas sociales no cotizadas mucho más acordes con sus valores, y todo ello sin perder rentabilidad ni seguridad de sus inversiones.

Para poder hacerlo, primero creemos necesario que los sindicatos tengan un papel activo en las comisiones de control delante de las sociedades gestoras de sus fondos:

• Primero, los sindicatos deben plantear a las gestoras de fondos de planes de pensiones la desinversión en combustibles fósiles y la inversión en empresas sociales.
• En segundo lugar, las gestoras deben aprovechar los recursos existentes para conocer y analizar las nuevas entidades que pueden ser destino de una parte muy pequeña del fondo, pero cualitativamente muy significativa.
• Y en tercer lugar, la legislación española debe modernizarse para facilitar la canalización del ahorro de los contribuyentes de forma segura y al mismo tiempo acorde con los valores de éstos.

Si las personas trabajadoras y sus representantes se esfuerzan por actuar de forma coherente con sus valores para asegurar un futuro mejor social y medioambientalmente también deberían exigirlo en cuestiones tan importantes como la gestión de los planes de pensiones. Las personas autoras de este artículo creemos que es posible hacerlo, sólo hay que ponerse.

LOS FONDOS DE PENSIONES PUEDEN SER UN INSTRUMENTO DE TRANSFORMACIÓN SOCIAL (1)

Introducción
En nuestro país parece que gusta cada vez más que las pensiones sean promovidas hacia los planes de pensiones, pues la derecha nunca ha creído en una seguridad social universal. Por otra parte, muchas personas trabajadoras han suscrito fondos de pensiones como parte de su salario diferido y todas las grandes empresas y administraciones tienen el suyo, en total más de 100.000 millones de euros.

La legislación española que regula los fondos de pensiones es muy rígida y restrictiva, y podría haber favorecido los intereses de grupos de presión ligados a la banca y aseguradoras para favorecer un negocio cautivo y dar estabilidad a las grandes corporaciones financieras. Las gestoras de fondos de pensiones disponen de un negocio muy rentable gestionando los fondos de pensiones como un fondo de inversión más, con algún requerimiento extra de seguridad que la misma ley les impone, además en los fondos de pensiones de empleo se dan también algunas comisiones de control sumisas y autocomplacientes.

No obstante, la legislación permite invertir en empresas no cotizadas un pequeño porcentaje del patrimonio y en empresas con los mejores índices de responsabilidad social corporativa. Sólo unas algunas comisiones de control están planteando exigencias en este sentido a sus gestoras. ¿Qué están haciendo las personas trabajadoras a través de sus representantes para asegurarse de que su dinero está invertido de acuerdo con sus valores morales? ¿Hay alternativas? ¿Podemos hacer algo más con nuestros ahorros?

Al mismo tiempo, algunas instituciones, nada sospechosas de militancia ecologista radical como Moody’s, Banco de Inglaterra y Blackrock, han reconocido un riesgo financiero sustancial en la inversiones en combustibles fósiles (petróleo, carbón y gas), que es subestimado por las gestoras que están poco preparadas para su análisis. El riesgo es especialmente significativo para los trabajadores que han suscrito planes de pensiones. Sin contar que las potenciales pérdidas para los activos ligados a la industria de los combustibles fósiles conllevan un riesgo sistémico, siendo éstos uno de los motores del actual sistema económico.

En este artículo se ilustran algunas alternativas, que en otros países están funcionando, de forma que además de desinvertir en actividades social o medioambientalmente negativas, como el armamento o los combustibles fósiles, también invierten en actividades útiles, social o medioambientalmente. Estas alternativas de inversión no son fáciles de analizar para las gestoras, ya que son empresas o entidades que no cotizan en bolsa, siendo el control más complejo y costoso, y si además son empresas sociales las metodologías convencionales deben complementarse, y esto las gestoras no saben cómo hacerlo. Por supuesto, las empresas sociales que serían objeto de inversión deberían mejorar en la transparencia de gestión y el sistema de Reporting.

También la legislación española debería adaptarse a los nuevos requerimientos. El gobierno ha anunciado que los planes de pensiones se podrán rescatar cumplidos 10 años, pero hay legislaciones, como Francia o Quebec que son más abiertas y facilitan la modernización de su economía, también la economía social.

En la economía social española existen alternativas de inversión que pueden satisfacer las exigencias legales de una gestora de fondos que tenga un mandato claro de invertir alternativamente un muy pequeño porcentaje de su patrimonio.
Si las personas trabajadoras y sus representantes se esfuerzan por actuar de forma coherente con sus valores para asegurar un futuro mejor social y medioambientalmente también deberían exigirlo en cuestiones tan importantes como la gestión de los planes de pensiones.

Hacer frente al capitalismo apoyando las empresas sociales

Las empresas sociales, tradicionalmente enfocadas a una gestión responsable y de calidad de los servicios sociales mediante conciertos y concursos con la administración, se enfrentan a un escenario nuevo, con un mercado creciente, cambiante e incierto a la vez.

Es una tendencia imparable el envejecimiento de la población en Europa. Según IDESCAT, sólo en Cataluña en el período 2015-2030 el peso de la población entre 74 y 85 años crecerá un 35% (hasta casi 650.000 personas), y la de más de 85 años crecerá un 47% (hasta casi 350.000 personas). La población catalana de más de 74 años pasará en los próximos 15 años de 700.000 a 1 millón de personas.

COMARCA Població>64 anys (x1000) Places/població >64 anys
Maresme 55 9,4%
Segrià 29 7,4%
Baix Llobregat 91 7,1%
Baix Camp 20 7,0%
Osona 21 6,5%
Vallès Oriental 46 6,3%
Berguedà 11 6,1%
Baix Penedès 12 5,8%
Garraf 22 5,4%
Bages 34 5,1%
Baix Ebre 13 5,1%
Vallès Occidental 120 4,8%
Gironès 25 4,6%
Selva 19 4,6%
Anoia 18 4,5%
Montsià 15 4,0%
Barcelonès 432 3,9%
Baix Empordà 23 3,7%
Alt Penedès 22 3,6%
Tarragonès 38 3,6%
Alt Empordà 24 3,2%

Número de plazas para 3a edad por comarcas en 2017

Al mismo tiempo, asistimos al aumento de crisis sociales agravadas por las políticas de austeridad: falta de acogida de refugiados, desahucios, violencia de género, pobreza infantil, vivienda social, aumento de la desigualdad, etc. que afectan a cada vez más sectores de población y aumentan la demanda de servicios sociales, coincidiendo con los recortes impulsados por los gobiernos conservadores tanto en Cataluña como en el conjunto del estado.

Y en cambio, vemos cómo un largo periodo de volatilidad en la bolsa unido a un estancamiento de bajos tipos de interés, impulsan al capital, organizado en torno a fondos de inversión y grandes conglomerados empresariales, hacia sectores como el inmobiliario y la gestión privada de servicios públicos (sanidad, educación y atención a las personas). Es una buena ilustración de este fenómeno ver cómo, en el periodo 2007-2017, el peso relativo de las plazas de residencia propiedad de empresas de iniciativa social en Cataluña ha caído dos puntos, mientras que el de las plazas en propiedad de empresas mercantiles ha aumentado un punto.

Una de las dificultades de las empresas sociales es la lentitud en la incorporación de capital. Esta lentitud, que no es exclusiva de las empresas sociales españolas ni catalanas, deriva de su estructura y de las condiciones en que deben operar. Las entidades sociales especializadas en la gestión de servicios de atención a las personas han de competir en desventaja, pues soportan mayores costes, con los operadores privados mercantiles y, aunque sus modelos de negocio pongan el énfasis en las personas (usuarias y trabajadoras), la contratación con la administración continúa favoreciendo el precio por encima de la formación, la estabilidad laboral y la calidad del servicio.

Aun así, existen muchas empresas sociales que han mostrado una gran resiliencia y se han adaptado al nuevo entorno, incorporando nuevas tecnologías, innovando en servicios, gestionando bien sus costes, entrando poco a poco en el mercado privado, fidelizando a las personas trabajadoras y a las usuarias.

Mujeres e hijos/as que han sufrido  violencia machista en            2016
Mujeres atendidas 4.043
Hijos/as atendidas 1.214

Nivel de afectación directa aflorada (pública) de la violencia machista en Catalunya

Por otro lado, con el aumento general, aunque desigual, de la conciencia social y medioambiental aparecen movimientos que reclaman la desinversión en valores asociados a la aceleración del cambio climático (como los combustibles fósiles) además de tabacaleras, armas, apuestas, prostitución, etc. Y existen cada vez más personas y entidades comprometidas con los valores de la ética y la responsabilidad a largo plazo, como los inversores sociales o de triple retorno: social, medioambiental y financiero.

En paralelo a estos movimientos, la banca ética (FIARE BANCA ETICA, TRIODOS) se ha implantado en España y está en condiciones de dar la respuesta necesaria para impulsar su crecimiento y expansión mediante el apoyo a empresas sociales solventes y bien gestionadas.

En esta situación, se dan las condiciones para que las entidades sociales puedan construir iniciativas, con las que aumentar su peso proporcionando servicios de calidad con las mejores condiciones de responsabilidad social i medioambiental, haciendo frente a los grandes conglomerados industriales y proporcionando una alternativa de inversión responsable.

Existen en nuestro país entidades que ilustran cómo construir una alternativa exitosa para la captación de capital y recursos financieros suficientes al servicio de las empresas sociales. Alguna muy imaginativa, como una alianza estratégica entre entidades de cuatro sectores clave: empresas sociales, banca ética y cooperativa, inversores sociales e instituciones sociales para captar y canalizar adecuadamente recursos económicos que impulsen el crecimiento y la expansión de las empresas sociales, mediante la construcción o adquisición de equipamientos sociales, como centros residenciales para personas mayores, centros de apoyo a mujeres maltratadas, centros residenciales para la infancia en riesgo, etc.

Entidades que maximizan las medidas de ahorro, eficiencia y generación energética mediante renovables y aplican condiciones laborales que favorecen la implicación, la corresponsabilidad y la estabilidad de las personas trabajadoras.

Existe en Catalunya una iniciativa en la que el conjunto de las empresas sociales participantes suman un volumen de servicios de más de 120 millones de euros, para más de 85.000 personas atendidas y con más de 5.000 personas trabajadoras. Y se plantea construir nuevos equipamientos sociales por valor de 30 millones de euros, que generaran más de 250 puestos de trabajos directos con una aportación de capital social de 3 millones de euros.

LOS 7 PECADOS CAPITALES DE LAS PERSONAS EMPRENDEDORAS

Pecados capitales que muchos futuros empresarios cometen cuando se acercan a posibles inversores:

1- URGENCIA: “necesito el dinero ya!”

2- VANIDAD: “no necesito contrastar mi plan con nadie”

3- AMBICIÓN: “voy a cambiar el mundo”

4- AVARICIA: “ya he facturado 10.000.-€ y mi empresa vale 3,5 millones”

5- SOBERBIA: “mi proyecto es el mejor y no tengo que rendir cuentas a nadie”

6- DEPENDENCIA: “eres mi única alternativa”

7- DEBILIDAD: “me ha dicho que no invierte, abandono”

En próximas entregas repasaremos los 7 pecados capitales del inversor, que también los tienen sin duda alguna.

Barreres d’accés al finançament de les empreses socials

BARRERES D’ ACCÉS AL FINANÇAMENT DE L’EMPRENEDORIA I L’EMPRESA SOCIAL
ACLARIMENTS PREVIS

Aquest escrit va ser publicat l’octubre de 2011, però considere que encara és vigent en gran part o per a moltes organitzacions i, en conseqüència, ens pot orientar en les accions encaminades a superar aquestes barreres
Donem pers suposat que els projectes o empreses socials són tècnicament viables i tenen un bon equip i una estructura adequada per a portar-los a la pràctica i assolir els objectius socials i econòmics marcats.
Sense que el percentatges es puguin prendre literalment la ponderació en l’estudi dels projectes típicament pot ser:
• Idea de negoci:……………………15%
• Model de negoci:…………………30%
• Equip gestor:……………………….55%
Des de l’òptica de l’inversor, un bon equip pot transformar un mal negoci en un de rendible i resoldre els entrebancs que hi apareixeran amb la diligència i lleialtat pròpies un bon gestor. Mentre que si des de l’ inici es desconfia en la capacitat de l’equip gestor la inversió no es realitzarà.
Presento a continuació de forma esquemàtica i no exhaustiva alguns dels elements que dificulten el progrés d’un mercat d’inversions socials a casa nostra. En alguns casos ens assenyalen clarament la necessitat i la solució apropiada i depèn en gran mesura del nivell de compromís i d’acció comuna que s’emprengui des del propi moviment d’economia social, solidària i cooperativa, en d’altres casos cal la intervenció d’agents externs i caldran més recursos.
He fugit especialment de posicions victimistes, acusatòries o exculpatòries, per tal d’adoptar una posició relativament objectiva des de la que poder construir un mercat d’inversions socials, a partir de l’anàlisi de les mancances aflorades i les solucions que des del moviment es puguin adoptar.
He intentat agrupar aquests elements per facilitar la comprensió i el treball que se’n pugui derivar per resoldre’ls.
INFORMACIÓ
1. Informació asimètrica: els empresaris tenen més informació sobre els projectes empresarials que els prestamistes. La informació aportada per l’equip gestor no pot ser verificada de forma suficientment objectiva per part del prestamista.
2. Els dossiers d’inversió estan insuficientment preparats (incomplets, optimistes, sense coixins, deficient anàlisi DAFO,…), especialment en el cas de l’emprenedoria social. Les capacitats dels emprenedors són altres i no existeix cap estructura que faciliti la preparació d’un bon dossier.
3. Manca d’informació sobre el retorn social de la inversió, o avaluació d’impacte: ni la metodologia d’anàlisi del retorn ni l’avaluació de la implicació amb l’entorn compten amb el mínim consens per a poder disposar d’informació mínimament objectiva..
4. Confusió sobre la terminologia, no hi ha un lèxic unificat el que comporta malentesos.
5. Coneixement imperfecte sobre inversions existents: saber quantes són, quines característiques tenen, amb qui les ha fet, … sol ser difícil accedir a aquesta informació.
6. Manca d’informació o credibilitat sobre la política del Govern respecte del sector: els canvis freqüents o la indefinició poden afectar als negocis socials amb esquemes de col•laboració publica i privada.
COMPETÈNCIA IMPERFECTA
7. Elevats costos de transacció: les despeses de preparació i acompanyament per a la inversió, especialment en el cas de l’emprenedoria social, són massa grans en relació al volum de la inversió, per a molts dels inversors.
8. Manca de casos de referència coneguts per establir costos estàndards, cada cas es converteix en un cas únic.
9. Inexistència de consultors/brokers socials que puguin assessors a inversors i empresaris a l’hora.
10. Inexistència de mercat secundari, especialment important per facilitar la sortida o el recanvi dels inversors.
11. Eliminació artificial de la demanda, aquesta pot ser derivada cap a donacions, ajuts o capital “gratuit”.
12. Existència de diferents models de posada en marxa per part de les diferents administracions (Govern, ajuntaments, diputacions).
13. Manca de productes adaptats a les característiques pròpies dels projectes socials. Normalment amb marges ajustats, amb una capacitat de generació de fons baixa en relació als estàndards a que estan acostumat el sector financer tradicional.
14. Les entitats financeres convencionals tenen metodologies d’anàlisi no adaptades a les característiques dels projectes de les empreses socials. Per exemple, l’anàlisi fet des de les societats de capital d’empreses no capitalistes, com les cooperatives, pondera quasi exclusivament la generació de benefici econòmic i en particular no te en compte, o fins i tot considera com negatiu: una propietat col•lectiva, distribuïda, sense majories clares i estables; però tampoc es valora el procés de control democràtic, ni la producció de bens i serveis socialment útils.
15. Però el principal escull és la separació que es dona entre poder polític i econòmic. Podem dir que la presència de societats de capital disposades a participar de forma important en empreses sense poder polític equivalent és encara insignificant.
16. El model de negoci típic de l’inversor de capital risc no s’adapta als objectius i característiques de les empreses socials.
EXTERNALITATS
17. Els negocis socials estan subjectes a externalitats que no s’inclouen en els preus: no existeix un mecanisme comunament acceptat de mesurar i valoritzar el retorn social; alguns beneficis socials poden ser a molt llarg termini i per tant difícils d’incorporar; en alguns casos els estalvis induïts poden ser desfruitats per tercers i no poden ser capturats per l’inversor.
18. La manca d’informació objectiva sobre els costos associats a determinats serveis o situacions dificulta l’aparició de propostes basades en els estalvis compartits. Per exemple, en l’àmbit dels costos de la delinqüència i la reincidència entre els joves menors de 30 anys. O els costos associats amb el canvi climàtic són difícils de calcular.
19. Alguns negocis tenen una part important dels ingressos depenent d’ajuts públics. No ens referim a convenis o concerts per a la prestació de serveis o subministres en general amb l’administració sinó als ajuts públics a determinats sectors que depenen en darrera instància del manteniment d’un model, d’una voluntat política i des de l’òptica de l’inversor a llarg termini introdueix incertesa.
20. Legislació complexa i antiquada. Per exemple, en el cas de les cooperatives on les competències estan descentralitzades i existeixen més de 10 legislacions autonòmiques diferents amb algunes particularment pesants i limitadores, i amb una llei de beneficis fiscals que ja te 30 anys.
21. Fragmentació i inestabilitat de recursos i capacitats, especialment en el cas de les diferents administracions. El que dificulta l’aparició d’un sistema estable de capacitació, acompanyament, finançament i avaluació de projectes.
22. Inexistència de models per a l’escalabilitat de les innovacions socials. Les estructures d’adquisició de bens i serveis sigui de l’administració o no, no estan adaptades a les característiques dels projectes d’innovació social.
23. La innovació social, les empreses socials, l’emprenedoria social, està fragmentada i no existeix una xarxa desenvolupada capaç de defensar, intermediar i fer créixer les conexions necessàries per a nodrir i esclar les innovacions socials.
BARRERES CULTURALS
24. Manca d’habilitats empresarials entre els emprenedors socials. Especialment en l’àmbit de la gestió financera i de la gestió comercial. Focalitzats quasi exclusivament en resoldre el “problema”/oportunitat” social.
25. Aversió al risc entre els emprenedors socials. Traduït, per exemple, com aversió als compromisos derivats de l’endeutament extern, o l’aportació de garanties personals.
26. Aversió al risc entre el inversors, especialment entre els “convencionals”, el que suposa que hi hagi pocs inversors disposats i que el volum de finançament disponible sigui baix.
27. Els criteris d’avaluació són els mateixos que s’apliquen al capital risc, quan en realitat en moltes empreses socials el compromís dels socis/emprenedors, la qualitat de la vida associativa i l’arrelament fan que el risc real sigui menor que el percebut per un in versors convencional.
28. Manca de comprensió, especialment per part de l’administració, del què és una empresa social: la majoria de la gent pensa que no pot tenir beneficis, per exemple, o que sols són les organitzacions sense ànim de lucre. Aquesta disjuntiva també es dona dins mateix de l’àmbit de la pròpia economia social i solidària.
REFERÈNCIES
• “Growing the social Investement Market: A vision and strategy” UK Government, February 2011).
• “Empowering people, driving change: Social innovation in European Union” (May 2010)

El compromiso ciudadano con la transición energética

La Unión Europea y sus Estados miembros siempre han publicitado su liderazgo en la lucha contra el cambio climático. El compromiso de reducción del 40% de las emisiones de gases de efecto invernadero para 2030, y del 80 al 95% en 2050, que se plantea en las negociaciones internacionales sobre el clima que tendrán lugar en París el próximo diciembre en el marco de la COP21, así lo ilustran. El acuerdo, que se firmará para reducir el calentamiento global por debajo de los 2º C de aquí a final de siglo, estará condicionado a la potencia financiera que los actores públicos y privados pongan en juego.

En otro nivel, en muchos países europeos, existen iniciativas ciudadanas y de entidades financieras: como Ecopower y Credal en Bélgica, Caisse de Dépots, La NEF, Énergie Partagée i Enercoop en Francia, Oekogeno en Alemania o Triodos, Fiare Banca Ética, Savia Solar, Som Energia y Goiener en España, que han movilizado recursos al servicio de la transición energética y ecológica que figura entre sus prioridades estratégicas.

La transición a una economía sostenible, baja en carbono requiere en efecto un movimiento ciudadano potente que impulse el compromiso de las entidades e instituciones para poner en juego inversiones muy significativas en la renovación de edificios (no sólo la rehabilitación energética), la construcción de nuevas infraestructuras (redes inteligentes (smart grids), energías renovables, redes de calor y frío,…), soluciones para un transporte limpio e inteligente, y también para financiar las empresas de la transición. Sólo para Francia, Caisse de Dépots estima que serán necesarios 60.000 millones de euros al año. En España, Gobierno y lobby eléctrico-financiero-inmobiliario todavía piensa que lo del cambio climático no está claro y que hay que seguir haciendo “business as usal”.

El desafío de este siglo es el compromiso con una transformación rápida de las economías, tanto en el Norte como en el Sur, para hacerlas compatibles con la preservación de un clima habitable para las generaciones futuras. Y en este desafío las ciudades tienen mucho que hacer, en los ayuntamientos como Barcelona, Madrid, Cádiz, Valencia, Zaragoza, A Coruña y otros, recientemente ganados por movimientos ciudadanos progresistas, existe sin duda la voluntad política. Tenemos una gran responsabilidad y el reto es fantástico, pero debemos tener también la habilidad política para comprometer a la oposición y poner los recursos necesarios para coimpulsar las iniciativas ciudadanas y movilizar la iniciativa privada ante este desafío.

Gracias FIARE BANCA ETICA

Si, hay que reconocerlo, gracias FIARE BANCA ETICA, aunque haya quedado relegado como un actor minoritario, el programa CAPITALCOOP, de ayudas para la capitalización de las cooperativas catalanas, se lo debemos a FIARE BANCA ETICA.

BANCA POPOLARE ETICA fue quien inspiró el proyecto, fruto de una colaboración con FINLOMABARDA, el equivalente en Lombardia de nuestro ICF, y con el FSE. El programa CAPITALCOOP es una traslación adaptada a nuestras circunstancias administrativas de aquel programa, que estaba dirigido, y así nació también aquí, sólo a las cooperativas de iniciativa social y cuyo éxito posibilitó que más de 3.000 personas y más de 1.000 cooperativas pudieran mejorar su solvencia en condiciones inmejorables, impulsando la estabilidad de los puestos de trabajo creados para los socios nuevos.

Produce una cierta pena ver como el inspirador y quien ha aportado todo el conocimiento, queda relegado a un segundo plano y, además lo acepta con resignación y humildad, lo que todavía dice mucho más de FIARE BANCA ETICA.

Como mínimo, quiero desde estas páginas reconocer y agradecer el trabajo de FIARE BANCA ETICA para poner en marcha CAPITALCOOP, aunque sólo sea honor y gloria se lo merecen más que nadie.

Una dirección financiera compartida

Desde mi experiencia en la dirección de la sociedad GICOOP, dedicada a la financiación de cooperativas mediante préstamos y títulos participativos, existe una necesidad de las empresas que la mayoría de ellas no percibe, pero que a ojos de una entidad financiera es perentoria, una dirección financiera estable.

Es una necesidad general de las pequeñas empresas relacionada con la mayor complejidad derivada del propio desarrollo empresarial y del entorno, y no está relacionada con la fórmula societaria.

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Nos hemos encontrado con empresas que apenas llevan ningún control de la tesorería. Otra ha imputado como gasto la compra de maquinaria. En otra se modifican los criterios de amortización a conveniencia o se contabilizan a precio de coste como existencias productos obsoletos.

Y cuando las empresas han de presentar una solicitud de nueva financiación que exige un dossier financiero con las proyecciones de balance, cuentas de resultados y flujo de caja la cosa se soluciona acudiendo, en el mejor de los casos, a un consultor para que nos ayude.

En este último ejemplo real, lo que suele ocurrir es que la empresa no asume el plan de negocio o dossier financiero como propio, como un instrumento útil de trabajo, sino únicamente como un requisito formal para acceder a la financiación.

Todas las situaciones anteriores quedarían resueltas con la existencia de una dirección financiera estable.

¿Cómo hacer que las empresas visualicen esta necesidad? ¿Y cómo hacer que reconozcan el valor de su trabajo? ?Qué características debe tener?

Para las pequeñas empresas no es justificable tener una dirección financiera (o comercial) a tiempo completo, eso está claro.

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Pero, ¿Y si compartimos la dirección financiera? Una dedicación media de un dia a la semana de una dirección financiera experta es suficiente para la mayoría de las pequeñas empresas y su coste se comparte con otras y todas se benefician.
En el caso de las cooperativas las entidades representativas podrían poner en marcha programas de impulso de este tipo de soluciones estables. Algunas empresas como Sambucus, Delícies del Bergadà, El Rosal y Espigoladors han empezado a compartir un comercial. Nos muestran el camino