Visca Sants Cooperatiu

Corria l’any 2008 quan des de la Federació de Cooperatives de Treball de Catalunya (FCTC) vam idear el projecte Barri Cooperatiu. Com tantes vegades passa amb els projectes que posem en marxa a la nostra vida, el primer concepte va sorgir en una conversa informal al voltant d’unes cerveses a una encantadora placeta. En aquest cas, hi érem Mireia Franch i jo a la Plaça d’Osca, ella ja coneixia a l’Ivan Miró, de La Ciutat Invisible, i ens va presentar. Jo era llavors director de la FCTC i vaig compartir amb Mireia la idea que la presència de vàries federacions de cooperatives de Catalunya concentrades a l’edifici del carrer Premià hauria de notar-se al barri, que havíem de tenir una projecció, que teníem els recursos materials i humans, i que seria guapíssim que pogués haver un barri cooperatiu de referència.

Un barri cooperatiu on hi haguessin cooperatives per tot arreu, a totes les activitats econòmiques, organitzant exposicions, cursos, jornades i fires, creant una assemblea de barri cooperatiu, facilitant recursos (finançament, coneixements, mercat…) per a la creació de noves cooperatives, recuperant la memòria històrica d’un barri històricament, posant en marxa instruments de solidaritat i intercooperació, etc.

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Dit i fet, vam compartir el concepte amb l’Ivan i l’equip de La Ciutat Invisible i ràpidament vam tenir sobre la taula el primer disseny de què i com volíem un Sants Cooperatiu. Els dos primers anys hi va haver una col·laboració estreta entre FCTC i La Ciutat Invisible, suficient per a sembrar la llavor i per a facilitar el lideratge de la cooperativa santsenca. Més tard diferents fets van impedir que la FCTC pogués continuar impulsant formalment el projecte barri cooperatiu. Afortunadament La Ciutat Invisible va continuar amb el projecte a base d’un gran esforç personal i empresarial, que des d’aquí vull reconèixer.

Si per a l’economia social i solidària de Catalunya el que convé és oblidar les diferències entre famílies i construir sobre allò que las uneix, en el cas de Sants Cooperatiu era evident que la FCTC havia de superar les contradiccions i continuar impulsant un moviment de barri que necessàriament havia de ser reivindicatiu, contracultural, autogestionari i radical perquè eixes eren precisament les seves senyes d’identitat i era bo que així fos.

No és fàcil reproduir una experiència com aquesta, i no ho és perquè enlloc es donen les circumstàncies per a que la llavor creixi amb tant bon substrat com a Sants.

Visca Sants Cooperatiu!!

El compromiso ciudadano con la transición energética

La Unión Europea y sus Estados miembros siempre han publicitado su liderazgo en la lucha contra el cambio climático. El compromiso de reducción del 40% de las emisiones de gases de efecto invernadero para 2030, y del 80 al 95% en 2050, que se plantea en las negociaciones internacionales sobre el clima que tendrán lugar en París el próximo diciembre en el marco de la COP21, así lo ilustran. El acuerdo, que se firmará para reducir el calentamiento global por debajo de los 2º C de aquí a final de siglo, estará condicionado a la potencia financiera que los actores públicos y privados pongan en juego.

En otro nivel, en muchos países europeos, existen iniciativas ciudadanas y de entidades financieras: como Ecopower y Credal en Bélgica, Caisse de Dépots, La NEF, Énergie Partagée i Enercoop en Francia, Oekogeno en Alemania o Triodos, Fiare Banca Ética, Savia Solar, Som Energia y Goiener en España, que han movilizado recursos al servicio de la transición energética y ecológica que figura entre sus prioridades estratégicas.

La transición a una economía sostenible, baja en carbono requiere en efecto un movimiento ciudadano potente que impulse el compromiso de las entidades e instituciones para poner en juego inversiones muy significativas en la renovación de edificios (no sólo la rehabilitación energética), la construcción de nuevas infraestructuras (redes inteligentes (smart grids), energías renovables, redes de calor y frío,…), soluciones para un transporte limpio e inteligente, y también para financiar las empresas de la transición. Sólo para Francia, Caisse de Dépots estima que serán necesarios 60.000 millones de euros al año. En España, Gobierno y lobby eléctrico-financiero-inmobiliario todavía piensa que lo del cambio climático no está claro y que hay que seguir haciendo “business as usal”.

El desafío de este siglo es el compromiso con una transformación rápida de las economías, tanto en el Norte como en el Sur, para hacerlas compatibles con la preservación de un clima habitable para las generaciones futuras. Y en este desafío las ciudades tienen mucho que hacer, en los ayuntamientos como Barcelona, Madrid, Cádiz, Valencia, Zaragoza, A Coruña y otros, recientemente ganados por movimientos ciudadanos progresistas, existe sin duda la voluntad política. Tenemos una gran responsabilidad y el reto es fantástico, pero debemos tener también la habilidad política para comprometer a la oposición y poner los recursos necesarios para coimpulsar las iniciativas ciudadanas y movilizar la iniciativa privada ante este desafío.

Gracias FIARE BANCA ETICA

Si, hay que reconocerlo, gracias FIARE BANCA ETICA, aunque haya quedado relegado como un actor minoritario, el programa CAPITALCOOP, de ayudas para la capitalización de las cooperativas catalanas, se lo debemos a FIARE BANCA ETICA.

BANCA POPOLARE ETICA fue quien inspiró el proyecto, fruto de una colaboración con FINLOMABARDA, el equivalente en Lombardia de nuestro ICF, y con el FSE. El programa CAPITALCOOP es una traslación adaptada a nuestras circunstancias administrativas de aquel programa, que estaba dirigido, y así nació también aquí, sólo a las cooperativas de iniciativa social y cuyo éxito posibilitó que más de 3.000 personas y más de 1.000 cooperativas pudieran mejorar su solvencia en condiciones inmejorables, impulsando la estabilidad de los puestos de trabajo creados para los socios nuevos.

Produce una cierta pena ver como el inspirador y quien ha aportado todo el conocimiento, queda relegado a un segundo plano y, además lo acepta con resignación y humildad, lo que todavía dice mucho más de FIARE BANCA ETICA.

Como mínimo, quiero desde estas páginas reconocer y agradecer el trabajo de FIARE BANCA ETICA para poner en marcha CAPITALCOOP, aunque sólo sea honor y gloria se lo merecen más que nadie.